Escoger una película, lo más densa posible.
Escoger una persona (sólo una) para visionar la película juntos. No importa cama, sofá, butacas... pero lo óptimo sería estar bastante cerca, y no establecer contacto durante el visionado.
No hablar, no comentar, no mirarse más de lo imprescindible.
Escuchar la primera mitad de la película por los altavoces.
Escuchar la segunda mitad a través de dos pares de auriculares, uno por persona.
Comparar la sensación de compañía al saber que existe la posibilidad de hablar, de comentar, de escuchar la respiración del otro o el cómo se rasca (primera mitad). Y cómo no es tan inmediato al tener los auriculares puestos (segunda mitad). Cómo ese pequeño obstáculo nos aísla y refuerza o mantiene contenida nuestra individualidad (y nuestra soledad).
Para evidenciar las burbujas invisibles, pero presentes y permanentes, de la percepción y de la disposición ante el mundo.
Lo probaré :)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu blog!
gracias Jacobo!
ResponderEliminarespero que funcione... : D